El término riot en inglés significa revuelta, disturbio, alboroto. Históricamente, las revueltas han sido una herramienta de resistencia contra sistemas de opresión, espacios de lucha donde lxs marginadxs han encontrado formas de subvertir el orden establecido. En RIOTCORE, tomamos esta esencia y la trasladamos a la moda, entendiendo la vestimenta no solo como una expresión estética, sino como una declaración política.

Moda sin Género

Desde una perspectiva deconstructivista, el género no es una categoría biológica inmutable, sino una construcción sociocultural que impone roles y normas sobre los cuerpos. Teóricxs como Judith Butler han señalado que el género es una performance repetitiva, es decir, un conjunto de comportamientos aprendidos que pueden ser cuestionados, alterados y resignificados.

En RIOTCORE, rechazamos las estructuras binarias que dividen la moda en categorías de "hombre" y "mujer". Creemos en la fluidez, en la autodeterminación y en la posibilidad de vestir sin restricciones impuestas. Por eso, diseñamos indumentaria y accesorios agénero, donde la identidad de cada persona se exprese libremente sin etiquetas impuestas por la sociedad.

Berlín, la Cultura Rave y la Disidencia

La inspiración proviene de la subcultura rave, un movimiento que nació en Berlín en los años ‘90 tras la caída del Muro. En un contexto de caos y reconstrucción, los clubes clandestinos se convirtieron en refugios para quienes el sistema había dejado fuera: artistas, queer, migrantes, rebeldes. Espacios como Berghain o Tresor no solo redefinieron la escena techno, sino que también establecieron una filosofía de comunidad basada en los principios de PLUR (Peace, Love, Unity & Respect).

Las raves han sido, y siguen siendo, lugares de resistencia política y de liberación corporal, donde la música, el movimiento y la estética desafían las normas impuestas. La vestimenta en estos espacios rompe con los códigos tradicionales y se convierte en un acto de autonomía.

RIOTCORE: Moda Como Disrupción

En RIOTCORE, recuperamos esta esencia contracultural y la transformamos en una propuesta de moda que va más allá de lo estético: es un manifiesto. No seguimos tendencias impuestas, sino que diseñamos desde la rebeldía, la inclusión y la resistencia.